El 14 de enero de 1946, Salvador Dalí firma un contrato con Walt Disney para la realización de un cortometraje de animación titulado Destino. Para trabajar en el proyecto, el pintor se instala en los Disney Studios de Burbank (California), lugar donde procede al desarrollo del argumento y a la realización de los dibujos y óleos. Los protagonistas, una bailarina y un jugador de béisbol/dios Cronos, desarrollan el concepto original de Dalí, que gira en torno a la importancia del tiempo cuando esperamos que el destino llegue a nuestras vidas. La canción escogida como banda sonora del film, Destino, del mejicano Armando Domínguez, inspira fuertemente al pintor en el desarrollo de su trabajo.
La película debía formar parte de un package film y debía tener una duración de entre 6 y 8 minutos. Sin embargo, sólo se llegaron a realizar 15 segundos y no es hasta el 2003 que Disney retoma y completa el proyecto recuperando las primeras ideas y bocetos de Dalí.