Materiales:
- Huevo
- Taza medidora
- Agua
- Sal
- Cuchara
1º.- Llena un recipiente de vidrio con agua fría sin que llegue hasta arriba del todo.
2º.- A continuación, coloca un huevo crudo en el recipiente de medir y observa cómo el huevo se hunde hasta el fondo. Después retira el huevo.
3º.- Vierte a continuación 1/4 de sal en el recipiente de medir y revuelve el agua con una cucharita hasta que la sal se disuelva por completo.
4º.- Por último, coloca de nuevo el huevo crudo en el agua y observa cómo flota en el agua salina.